La Leyenda
Un poco de historia…
Los archivos del Obispado de Tui constatan que en siglo XVII en la parroquia de Fofe habitaban más de 250 familias, siendo su actividad más próspera el cultivo de centeno, trigo y maíz. Los molinos que todavía hoy siguen el curso del río son testigos de aquellos tiempos.
Las rutas comerciales que se extendían desde la zona del Ribeiro hacia las costas hacían parada en Fofe. El tránsito continuado de mercancías pronto convirtió toda la zona de la Paradanta en un lugar favorable para vivir. El aumento de población propició que la Iglesia destinara allí más párrocos, por lo que fue necesaria la construcción de una Gran Casa Rectoral que llegó a albergar hasta siete curas.
Sobre las ruinas de ésta, se levanta la actual Rectoral de Fofe.
Su restauración comenzó en 1.996 y tuvo como objetivo principal respetar la estructura original de la casa, habilitando su interior como uno de los más bellos ejemplos de Alojamiento Rural de Galicia.
La leyenda…
Cuenta la leyenda que habitando la Rectoral el último de los párrocos, la casa fue asaltada por bandidos. Armados con trabucos entraron por el atrio principal con la intención de robar y acabar con todo aquel que se pusiera en su camino. Avisado por el ama de llaves, el cura despertó en plena noche y sin modo de escapar, ideó un plan para engañar a los bandidos. Cuando éstos entraron en los aposentos del cura, sólo encontraron dos mujeres asustadas que se arrodillaron ante ellos suplicando clemencia. Una de ellas no era otra que el cura disfrazado con ropa de su sirvienta, salvándose así de una muerte segura.